martes, 14 de junio de 2011

¿Consultar con el psicólogo o con el psiquiatra?

Por Lic. Dino Loup, Psicólogo Clínico
Publicado en Revista E-QUI, Villarrica, Paraguay, Noviembre de 2009
Mucha gente se pregunta qué diferencia hay entre psicólogos y psiquiatras y sobre todo cómo saber con quién consultar en caso de necesidad. En realidad, no se trata de que psicólogos y psiquiatras tengan que competir entre sí, ni que se encarguen por separado de situaciones que puedan ser dramáticamente distintas, si no que, al contrario, la tendencia científica actual es integracionista y el trabajo interdisciplinario demuestra mejores resultados.
La psiquiatría (del griego psiqué, alma, e iatréia, curación) es una especialidad de la medicina dedicada al estudio de la mente con el objetivo de prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar a las personas con trastornos mentales y desajustes de lo óptimo.  La psicología (del griego psiqué, alma, y logia, tratado, estudio) es la ciencia que se ocupa del estudio de la conducta. Estudia todo lo que las personas hacen, dicen, piensan y sienten de acuerdo a su medio social, cultural y sus propias características individuales.
Vemos que por definición la psiquiatría se ocupa de los aspectos anormales de la mente y de la conducta humana, mientras que la psicología abarca sus aspectos normales y anormales. La psicología tiene distintas áreas de investigación y aplicación: la psicología clínica, laboral, educacional, forense, deportiva, etc.  De entre éstas,  la que se encarga del tratamiento y prevención trastornos mentales y  del sufrimiento humano es la Psicología Clínica y a través de ella se da su relación de parentesco con la psiquiatría. El punto de contacto más cercano entre Psicología Clínica y Psiquiatría es la Psicopatología, disciplina de investigación que se encarga de describir características y explicar cómo surgen y se desarrollan los trastornos mentales y del comportamiento.
Además de estas aclaraciones conceptuales, en la práctica, las principales diferencias y puntos de contacto entre psicología clínica y psiquiatría son las siguientes:  
Los psiquiatras son médicos graduados de una Facultad de medicina y que luego se especializaron  en psiquiatría. Por su formación están legalmente habilitados para recetar medicamentos. Los Psicólogos Clínicos son graduados de una Facultad de Psicología o de Humanidades. No están habilitados para recetar medicamentos.
Los psiquiatras sobre todo son especialistas en la conducta anormal (habiendo entendido sobre normalidad, por supuesto). Los psicólogos clínicos son especialistas en la conducta normal y anormal.
 Los psiquiatras tienen formación intensiva en la comprensión de la relación entre biología y conducta, aunque no desconocen la importancia de los factores psicosociales. Los psicólogos clínicos poseen  formación intensiva en la comprensión de la relación entre biografía del sujeto, ambiente, relaciones interpersonales, cogniciones, emociones y la conducta; aunque no desconocen la importancia del aspecto biológico.
Los psiquiatras mayormente procuran el alivio del paciente con la prescripción de psicofármacos. Los psicólogos clínicos procuran el alivio del paciente con la mejor comprensión de sí mismos y de los problemas, la modificación de la conducta, corrección de pensamientos disfuncionales, modificación de ambientes e interacciones personales. Trabajan con la palabra,  estrategias mentales y técnicas conductuales.
Desde una perspectiva de la psiquiatría biologista, los trastornos serían producto del desequilibrio bioquímico y funcional del organismo, principalmente del cerebro. Sin embargo el enfoque integracionista de la psiquiatría  reconoce la importancia de los aspectos psicológicos y ambientales en la aparición de los trastornos. Desde la psicología clínica sobre todo se intenta comprender los trastornos como aprendizaje de hábitos disfuncionales, estilos de pensamientos erróneos, interacciones humanas y de comunicación patológicas, conflictos inconscientes no resueltos y acontecimientos traumáticos en la biografía del sujeto; aunque no se desconoce la importancia de lo biológico.
Muchos psiquiatras deciden complementar su formación y práctica profesional haciendo especializaciones en psicoterapia (bien propia de la psicología), y así existen psiquiatras psicoanalistas, psiquiatras sistémicos, psiquiatras conductuales, entre otros. Muchos psicólogos deciden complementar su formación en psicofarmacología y neurociencias  (esto no los habita para medicar).
Mayormente psiquiatras y psicólogos clínicos se dedican a la labor asistencial, aunque por su formación también están capacitados para tareas de promoción de la salud mental y prevención de trastornos.
Se debe consultar con el psicólogo cuando los problemas representan un obstáculo para el desarrollo armonioso de la personalidad y deterioran la capacidad del individuo de disfrutar la vida de manera sana y productiva en sus aspectos sociales, familiares, intelectuales, académicos, laborales y recreativos. Otras veces las personas simplemente tienen cuestionamientos, dudas e incertidumbres ante ciertas cuestiones personales que le suceden, entonces también pueden acudir a un psicólogo para que poder esclarecer sus interrogantes. O, simplemente se puede acudir al psicólogo sin tener un problema puntual, sino para potenciar al máximo sus recursos personales de modo a procurar la excelencia personal y sacarle mayor provecho a todas las experiencias que les toca vivir. En general, psicólogo solicita una interconsulta con el psiquiatra cuando percibe que el paciente es incapaz de actuar en su propio beneficio, cuando la investigación científica sugiere que para ese caso la mejor forma de tratamiento es la combinada (psicoterapia más fármacos), y cuando de no hacerlo, se alargaría innecesariamente su sufrimiento del paciente. Los psiquiatras suelen derivar a interconsulta con psicólogos cuando perciben que asociado a los síntomas existen antecedentes de problemas de relacionamiento interpersonal como conflictos familiares, de pareja, laborales, etc; cuando están asociados a acontecimientos traumáticos, o cuando se requiere de que el paciente aprenda estrategias de manejo de los problemas y puedan darle nuevos significados a los eventos y a lo que les pasa. Ejemplos concretos en los que psicólogos y psiquiatras trabajan en conjunto son: depresiones, trastorno bipolar, riesgo de suicidio, adicciones a sustancias, ansiedades intensas como en los ataques pánico con agorafobia y trastornos obsesivos compulsivos, cuando aparecen alteraciones de la sensopercepción y del pensamiento como en las esquizofrenias y otros trastornos psicóticos, además de trastornos que se caracterizan por la impulsividad, agitación, insomnio crónico y riesgo potencial de violencia física y otros.
En síntesis, el ser humano es una unidad indivisible entre biología, mente y conducta. Lo que sucede con las conductas y las emociones repercuten en la biología, y viceversa, lo que ocurre con la biología también se manifiesta a nivel de las emociones y la conducta. La psicología y la psiquiatría no son ciencias contrapuestas, sino complementarias. El desarrollo científico de ambas se dio gracias a los aportes mutuos que se fueron dando en teorías y praxis.

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