jueves, 16 de junio de 2011

FOBIA SOCIAL


Por Dino Loup, psicólogo clínico

¿QUÉ ES LA FOBIA SOCIAL?
Consiste en el miedo persistente e irracional a exponerse a situaciones sociales que no son bien familiares por el temor de ser vistos como torpes, inadecuados, o creer que la situación pueda ser embarazosa, dejándolos expuestos a la crítica de los demás. Este miedo está normalmente acompañado por una intensa activación síntomas de ansiedad, lo que hace que el sujeto evite exponerse a la gente las veces que puede, y no si puede evitarlo, lo soporta con una gran incomodidad cercana a una crisis de angustia, y que en casos extremos, puede desencadenar un verdadero ataque de pánico. La fobia social se divide en dos subtipos: a) generalizada, cuando el sujeto siente malestar en todo tipo de exposición al contacto social; y b) específicas, cuando el sujeto evita sólo ciertas situaciones puntuales, o evita sólo ciertos grupos de personas o lugares bien determinados, desenvolviéndose sin inconvenientes en otras situaciones sociales. 

¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DEL TRASTORNO?
Las personas con fobia social son hábiles para evitar las situaciones sociales que le causan síntomas de ansiedad. Posponen sus compromisos, cancelan reuniones, en acontecimientos sociales suelen ser los últimos en llegar y los primeros en retirarse para estar expuestos el menor tiempo posible, o directamente se ausentan si la situación no le es bien familiar. Comúnmente evitan sentirse ser el centro de atención, por ejemplo, en las aulas de clases suelen sentarse en las últimas filas tratando pasar desapercibidos, evitan hablar en público por temor a que se les enrojezca el rostro, les tiemblen las manos, o empiecen a sudar; temen quedarse sin saber decir o empiecen a tartamudear, creyendo así que los demás le van a juzgar como tonto, inseguro o inadecuado.
La queja más generalizada es que se sienten muy incómodos en lugares donde hay aglomeración de personas, como salas de esperas de hospitales, supermercados, filas en los bancos, oficinas públicas, etc. Dicen que estar en estos lugares les desespera, empiezan a sentir tensión muscular y taquicardia,  sofocación, escalofríos y sudoración. También experimentan mareos, molestias de vientre con ganas de vomitar o de ir al baño.
Otras situaciones que evitan son: comer en público, escribir o firmar frente a los demás, ir a baños públicos, hablar a personas de sexo opuesto, quejarse o reclamar sus derechos otros, hacer llamadas telefónicas, comprar en centros comerciales, etc.
Lo difícil del diagnóstico para fobia social es que ellos y los de su entorno los consideran como tímidos o reservados, piensan que simplemente ese es su carácter, su forma de ser y que ya no pueden cambiar, entonces no buscan ayuda especializada, en consecuencia no son diagnosticados.

CONSECUENCIAS Y PROBLEMAS ASOCIADOS AL TRASTORNO
Además de la restricción de la vida social y del sufrimiento emocional, suele haber un muy bajo nivel de realización laboral, ya que evitan entrevistas de trabajo y siguen desocupados por largos periodos, o si ya trabajan, mantienen un “perfil bajo” para pasar desapercibidos y no buscan ascender. En casos extremos, si el trabajo los obliga al contacto frecuente con el público, suelen renunciar o ser despedidos por no ser útiles a la empresa.
La baja realización académica y profesional son otros aspectos asociados. Evitan inscribirse a cursos de capacitación o a cursar carreras profesionales por su tendencia a evitar a la gente. Abandonan la universidad porque no se animan a enfrentar los exámenes orales. Esto conlleva también a dificultades de empleo por falta de capacitación.

También existe una falta de realización en la vida sentimental amorosa. Son personas que difícilmente entablan relaciones amorosas significativas y duraderas, por esta razón muchos no se casan o lo hacen mucho más tarde que el resto, y sus matrimonios pronto se llenan de tensión y quejas por parte del cónyuge sobre la vida social restringida y la estrechez económica. Quienes se casan y llevan una vida tranquila, se han asegurado bien de elegir una pareja que sea capaz de adecuarse a la vida hogareña, de poca socialización y sin ambiciones materiales. El abuso de alcohol es un riesgo para los jóvenes que comienzan a utilizarlo para animarse a abordar al sexo opuesto en alguna fiesta o en los bailes, luego empiezan a considerar a la bebida como un “amigo” al que necesitan para llenarse de valor. 

Todo lo anterior puede acarrear como consecuencia final que la persona caiga abatida en la depresión y si el problema no es bien abordado por un profesional especialista, el riesgo del abuso de psicofármacos tranquilizantes está presente.

TRATAMIENTO
El tratamiento para la fobia social más efectivo suele ser de tipo combinado incluyendo psicoterapia cognitivo-conductual más administración de psicofármacos. Las técnicas psicológicas que se emplean son: la corrección de pensamientos irracionales, técnicas de exposición gradual a las situaciones sociales temidas, entrenamiento en técnicas de relajación, entrenamiento en habilidades sociales y asertividad. También pueden ser aplicadas terapia interpersonal y psicodrama.  

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